miércoles, 29 de mayo de 2013

Skinny Love


Nunca ruegues por un amor que no va a llegar, nunca vivas un amor si has visto su final.

Y mantuvo el silencio como una exhalación, alargando cada instante y dejando los segundos escondidos en un extraño rincón. La respuesta no iba a estar en sus labios, en sus manos, ni siquiera en su forma de mirar, esa frase impronunciable se encontraba en el fondo de su alma, a los pies de su cama, en un pequeño recoveco  que no recuerda ya.

Un recuerdo doloroso
 no es más que un momento acabado.
 Vive el presente, vive tu propia realidad.
Él arrancaría las páginas del calendario mientras cada hora se clavaba en su alma como un puñal, como un ánima triste que no sabe cual es su lugar. Se hizo tan duro como el mármol y tan quebradizo como el cristal. ¿Podía amar? Por cada segundo que una vida errante rodeaba su cuerpo una pequeña parte de su corazón gritaba “basta ya”. Por cada hora que no podía rozar los labios de la persona amada, su cerebro le ordenaba parar. Por mes en la distancia, una pequeña lágrima implosionaba y lo destruía aún mas.


No crees en el amor porque alguien te ha hecho daño, eso no quiere decir que no vaya a volver a pasar. Vas a sufrir y llorar, vas a ahogar tu aliento bajo la tibia almohada mientras te arrepientes, pero en el fondo nos gusta. Queremos que vuelva a pasar.

Quizás esto para ti no tenga sentido, quizás nunca hayas empezado a amar... En tal caso,  querido desconocido aún no habrás empezado a vivir de verdad.