Todos conocemos el amor como una de las mejores y peores sensaciones del mundo pero no sabemos qué es el amor. Acostumbramos normalmente a dejar que cualquier persona ocupe un lugar en nuestras vidas, un lugar privilegiado en el que posiblemente, lo descubran todo de ti. Pero no te ilusiones mucho, los cuentos de hadas son en gran parte post-producción.
Una vez que te enamoras, todo termina. Recuerdo acercarme sigilosamente a veces, pero casi siempre con el deseo de un león solo para respirar su aroma, casi ambrosía, pero con un tacto aún mejor. Pero no, no es recíproco. Cuando te enamoras, cuando lo haces de verdad, no te importa el mundo, te importa solo compartir el aire con esa persona. Y no existen otros, de repente cualquier otro cuerpo que no sea el suyo no te provoca ninguna sensación que no sea frustración. Como una droga que te consume lentamente en la profundidad de tus pensamientos pero que adoras consumir. Entregarte a esa persona como si mañana se fuese para siempre, pero sabiendo que mañana por la mañana despertará ahí.
Qué bonito el amor aunque sea mentira y que pena haber descubierto tan tarde que el amor es cosa de uno, el otro simplemente se divirtió.
