viernes, 12 de julio de 2013

Si tu no estás, estaré yo.


El empirismo conlleva irracionalidad, pero debes controlarla.

No sé porque me puse así anoche, realmente no conozco la razón por la que casi grito al leer tus palabras cuando mi vida cambia cada día. Yo solo pedía una nueva vida en otra ciudad, otra ciudad en la que tu estabas. Eso jamás debería implicar que tu estuvieses dentro de ella o incluso fueses ella. Quizás me equivoqué demasiado y todo lo que he aprendido, todo lo que sé, todo lo que cada herida me ha enseñado se escondió en un recoveco de mi cerebro intentando mostrar algún síntoma de dolor que algún día se llegaría a curar.

Golpe tras golpe sangraban mas mis nudillos pero yo no quería parar, golpe tras golpe cada conocimiento se escondía aún mas profundo y no me dejaba acceder a ellos como la base de mi vida que son ya. ¿Eso que mas da? No importa lo que fuiste o serás, ya no importa con quien estés o incluso tu felicidad. Nunca has sido nada, solo una pequeña mancha en un corazón a estrenar, solo una letra mas en mi lista de nombres que algún día la edad se encargará de borrar.  Escribirlo ayer me hubiese dolido pero esta tarde todo ha pasado ya. Escribirlo en otro momento me hubiese hecho sollozar, gritar tu nombre bajo un cielo nublado no es mas que gritar algo sin sentido una vez mas. Desapareciste de un lugar al que nadie ha llegado, desapareciste para no volver jamás.
No siempre puedo controlar todo lo que siento, no siempre puedo saber como hacer parar un simple sentimiento pero, ¿Eso que mas da? Repetir la pregunta la hace mas efectiva, la dota de dualidad, la hace creíble, me vuelve a llevar a mi verdadera racionalidad.

Cuando escribirlo ya no duele, cuando pensarte ya no me envenene, en ese momento te habré olvidado de verdad. Jamás dije lo que sentía en voz alta, jamás lo he dicho pero anoche casi me hizo llorar. No eres mas que otro beso finito entre cientos de personas que han tocado mis labios una y otra vez sin parar, no has sido mas que una diversión en un lugar desconocido, en un mundo que quería conocer yo.

Repítete a ti mismo que has sido en realidad, dime lo que ya no sientes y vuelve a caminar porque cuando tu vuelvas yo ya no seré el agua que conociste, no sé lo que voy a ser en realidad. Solo puedo saber que donde yo esté, con mi cuerpo, con mi mente, con mi racionalidad, tu ya no vas a estar.

7 meses para olvidarte, 70 besos que otros me darán, 700 labios que pienso rozar, 7000 minutos para olvidarte y no volver a verte con los ojos vidriosos y aguantar mis ganas de besarte una vez mas.

Quizás si te quise en realidad, quizás solo fuiste un antojo o seguramente un borrón demasiado profundo en una larga lista de nombres que solo acaba de empezar. Pero créeme que mañana ya no te podré recordar.

Gracias por inspirarme para escribir, gracias por hacerme un poquito de daño, gracias por no estar ahí, gracias por recordarme lo que la vida me enseñó y que por desgracia me hiciste olvidar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario