sábado, 29 de diciembre de 2012

Traiciónate.


A veces el pasado solo vuelve para golpearte con los recuerdos de lo que deberías ser. Tienes que ser el salvador que te rescata y el traidor que te hunde al mismo tiempo.

Nunca se es demasiado joven para recapacitar ni demasiado viejo para hacer locuras. Cada cierto tiempo una persona debe olvidar momentáneamente todo lo que sabe y conoce del mundo que habita, repoblar cada fragmento de su cerebro con desconocimiento y ver desde la altura de la ingenuidad que está haciendo con su vida o con su razón. Reconocer los fallos y defectos con cada fibra de su ser pero jamás destruir los errores porque eso es lo único que tiene valor. Cuando tu vida termine no recordarás las cosas buenas que has hecho, los cuadros perfectos que has colgado ni ese fantástico parquecito para pájaros que montaste cuando aún no eras demasiado mayor. Recordarás ese cuadro torcido que estuvo durante años colgado en la pared mas iluminada de tu casa luciendo invisiblemente el orgullo de ser un error, el tremendo orgullo de recordarte que todo lo que has hecho mal en la vida te ha hecho mejor.

No siempre lo bueno es bueno ni lo malo, malo. El verdadero problema reside en el dolor que te deja cada sentimiento. Soy culpable del sufrimiento de muchas personas que en su momento me ha generado gran placer, soy inocente y me han hecho daño, pero eso me ha hecho mas fuerte. No existe un matiz claro que reglamente los sentimientos buenos o malos, nunca ha existido un bien supremo que te procure felicidad y paz alejando todo lo malo porque ya no serías tú. Todos hemos sido crueles y felices, buenos y depresivos, ángeles y demonios a un mismo tiempo procurando un simple equilibrio que nutría nuestra mas tierna alma para poder seguir adelante sin llorar mientras la tristeza aplastaba tu ser y por otra parte, no reír demasiado cuando la felicidad te abruma por miedo a que alguien mas triste que tú te pudiese envidiar.

Dañar a alguien no es tan malo. Alguien hace tiempo dejó una gran mueca en mí que me ha hecho ser lo que hoy soy y, gracias a ello, muchas personas sufrirán también y se harán fuertes. Porque un mundo sin sufrimiento no tiene placer, solo monotonía y descanso eterno en un universo que no ofrece el perdón. Y ni por un segundo sientas lástima por mí, siéntela por ti porque no hay nadie mas ciego que el que se tapa los ojos, no hay nadie mas sordo que el que no quiere oír y no hay nadie más penoso que aquel que llora por los demás olvidando su propia pena.


Sé lo que quieras cuando y como quieras, pero no olvides que algún día morirás y el tiempo no da segundas oportunidades. Disfruta todos los caminos que la vida te da porque algún día no estarán pero las cicatrices de tu cuerpo te demostrarán que has errado, te demostrarán que has sido una persona íntegra, no de emociones ni sueños anhelados, sino de sentimientos que aunque ahora estén difuminados hicieron de tu vida un tremendo error que ahora para siempre en el fondo de alguien quedará marcado. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario