jueves, 26 de abril de 2012

Sacaste de tu corazón el intenso aroma de la muerte


Aquella noche no podías dormir y ambos sabemos bien por qué fue, no querías pensar, no querías hablar con nadie, solo respirar algo de aire para que la presión de tu dolor desapareciese de tu pecho pero no, no iba a ocurrir. Te arrepentirás toda la vida de tu decisión y cuando quieras darte cuenta, la poca coherencia que recorre cada parte de tu ser se habrá evaporado como lo que eres, solo otra gota de agua. Conociste los mas inmensos placeres de la carne y te deleitaste del dolor y el sufrimiento ajeno hasta tal punto que ya no eras nadie, solo un monstruo sin corazón aparente con ansias de devorar todo el amor que pasaba por su lado, destruyéndolo y dejándolo caer al vacío eterno que eras tu.
No eres nada, no eres nadie y jamás lo serás pero los miles de recuerdos atormentados de vidas destrozadas taladraran cada segmento de tu cuerpo recordándote lo que eres, lo que ya no puedes dejar de ser. Y vas a llorar, ya lo creo que llorarás, porque este mundo es malo pero tu has aprovechado ese sentimiento para ennegrecer tu corazón con la más impura de las maldades pero no, no eras consciente de lo que ahora se avecina pues solo  tú eres capaz de magnetizar ese dolor, haciéndolo tuyo y quebrándote el corazón. Recordarás este momento como el comienzo de una nueva vida, oscura y vacía y llorarás por amor, tus venas olvidarán ese inquietante néctar de adicción dañina que te estremecía de placer y ahora, los ríos de sangre que siempre quisiste ver correr a tus pies, brotarán de tus venas como el agua de manantial y llenarán ese oscuro corazón de sentimientos, de dolor. Y no te confundas, yo ya no estaré ahí, no seré otro peón mas en tu juego de maldad, ya no seré ese juguete que usabas a tu antojo, porque soy fuerte y poderoso, porque sé que alguien me amará y tu, indefenso monstruo quedarás a merced de la soledad.
Pienso en ti como otro alma perdida vagante por el desierto de la apatía, pero querido enemigo, tú ya no volverás a lucir esa sonrisa vacía. Todas las lágrimas que derramaste ahora emergerán de tus ojos sin ninguna solución. Aunque, querido enemigo, aún tienes tiempo de cambiar y soñar, de volver a ser lo que de pequeño quisiste y poder volar, volar libre por el mundo que cada mañana te iluminará con un nuevo día y ver la realidad. Olvida tu mundo de oscuridad porque la maldad del mundo es suficiente para afrontar la verdad, no serás otro Leviatán dentro de la caja de Lucifer, no serás otro alma errante en el cielo estrellado que nunca pudiste ver. Yo ya no estaré allí, pero ojalá algún día pueda escuchar tu felicidad retumbando por cada centímetro del universo y saber que ahora sí eres una persona de verdad. Querido enemigo, quizás algún día seamos amigos pero quiero enseñarte algo que no te va a gustar, tu maldad no era nada comparada con ésta, la cruda realidad.



Adiós enemigo, adiós. Quizás algún día te arrepientas y recuerdes que en este mundo, sólo puedes existir con amor.

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